DIA 11: LA IGLESIA
¡Bienvenido al Día 11! Vamos a dirigir nuestra atención al componente de nuestra fe llamado Comunidad. No se nos ha llamado a vivir nuestra vida solos; el primer ejemplo de esto lo encontramos en Génesis 2, donde Dios crea a Eva para ser compañera de Adán (Génesis 2:18). Aprendemos en la Biblia que Dios se goza en crear y en tener comunión con seres espirituales y terrenales; esta es una expresión de Su amor y deseo. Dios quiere tener una relación con nosotros y por eso estamos aquí.
Asamblea del Antiguo Testamento
En las Escrituras vemos comunidades formadas por la creencia y deseo de adorar a Dios. La idea de “Iglesia” realmente existía antes de la llegada de Jesús. En vez de usar la palabra iglesia, usaban la palabra “asamblea”. La palabra iglesia en griego (ekklēsia), significa asamblea. Existe una diferencia entre las palabras asamblea e iglesia, debido a que “la iglesia” está conformada por los seguidores de Cristo.
Los servicios en el Antiguo Testamento, eran muy diferentes de lo que nosotros experimentamos hoy en un servicio de iglesia. Vemos algunos ejemplos en el Antiguo Testamento que nos entregan detalles de cómo eran sus servicios. Mayormente estaban compuestos por israelitas, pero también tenían personas de diferentes tribus o nacionalidades, llamados extranjeros (o forasteros) (2 Crónicas 6:32-33) dentro de sus reuniones.
En algunos aspectos, la asamblea del Antiguo Testamento se veía muy similar a la nuestra hoy. Vemos adoradores de Dios alabando y cantando, leyendo las Escrituras, confesando pecados y orando juntos.
Nehemías 9:3 "Permanecieron en su lugar y durante tres horas leyeron el libro de la Ley del Señor su Dios; en las tres horas siguientes confesaron sus pecados y lo adoraron”.
2 Crónicas 29:28 "Toda la asamblea permaneció postrada hasta que terminó el holocausto, mientras los cantores entonaban los cantos y los trompetistas hacían resonar sus instrumentos”.
Incluso vemos en el Nuevo Testamento donde confirman algunas de estas prácticas, como por ejemplo, en Hechos 15.
Hechos 15:21 "En efecto, desde tiempos antiguos Moisés siempre ha tenido en cada ciudad quien lo predique y lo lea en las sinagogas todos los sábados”.
La práctica de la adoración en el Antiguo Testamento era muy diferente porque fue antes que Cristo nos ofreciera salvación. Gran parte de sus servicios era ofrecer sacrificios y seguir ciertos pasos para reconciliarse con Dios ese día. Esto se practicaba y se llevaba a cabo continuamente, porque no había una solución permanente para combatir el pecado. Todo eso cambió cuando Cristo vino; ya no tenemos que practicar “sacrificios físicos” para cubrir nuestros pecados, porque Cristo fue el sacrificio permanente, una vez y para siempre.
Los servicios en el Antiguo Testamento, eran muy diferentes de lo que nosotros experimentamos hoy en un servicio de iglesia. Vemos algunos ejemplos en el Antiguo Testamento que nos entregan detalles de cómo eran sus servicios. Mayormente estaban compuestos por israelitas, pero también tenían personas de diferentes tribus o nacionalidades, llamados extranjeros (o forasteros) (2 Crónicas 6:32-33) dentro de sus reuniones.
En algunos aspectos, la asamblea del Antiguo Testamento se veía muy similar a la nuestra hoy. Vemos adoradores de Dios alabando y cantando, leyendo las Escrituras, confesando pecados y orando juntos.
Nehemías 9:3 "Permanecieron en su lugar y durante tres horas leyeron el libro de la Ley del Señor su Dios; en las tres horas siguientes confesaron sus pecados y lo adoraron”.
2 Crónicas 29:28 "Toda la asamblea permaneció postrada hasta que terminó el holocausto, mientras los cantores entonaban los cantos y los trompetistas hacían resonar sus instrumentos”.
Incluso vemos en el Nuevo Testamento donde confirman algunas de estas prácticas, como por ejemplo, en Hechos 15.
Hechos 15:21 "En efecto, desde tiempos antiguos Moisés siempre ha tenido en cada ciudad quien lo predique y lo lea en las sinagogas todos los sábados”.
La práctica de la adoración en el Antiguo Testamento era muy diferente porque fue antes que Cristo nos ofreciera salvación. Gran parte de sus servicios era ofrecer sacrificios y seguir ciertos pasos para reconciliarse con Dios ese día. Esto se practicaba y se llevaba a cabo continuamente, porque no había una solución permanente para combatir el pecado. Todo eso cambió cuando Cristo vino; ya no tenemos que practicar “sacrificios físicos” para cubrir nuestros pecados, porque Cristo fue el sacrificio permanente, una vez y para siempre.
“Iglesia” del Nuevo Testamento
Ahora nos vamos al Nuevo Testamento y nos encontramos con Jesús. Cuando cumplía con su ministerio en la tierra, vemos que en Mateo 16, hizo una declaración importante para la comunidad de adoradores del futuro.
Mateo 16:18 “Yo te digo que tú eres Pedro. Sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas de los dominios de la muerte no prevalecerán contra ella”.
En este momento Jesús declara que establecerá esta comunidad de personas que no será derrotada por las obras del enemigo, ni por la carne. Esta comunidad se llamará iglesia. Somos Su pueblo porque Él es el único camino al Padre. Él es nuestro líder y nuestro Señor.
Efesios 1:22-23 “Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo”.
Esta comunidad consistirá en seguidores de Cristo, judíos y gentiles (abierto a todo grupo de personas). La muerte de Jesús en la cruz unifica a todas las personas y naciones, porque Él creó ese camino para recibir salvación. Aún cuando los extranjeros eran parte de los servicios de adoración antes de Cristo, no era común que los gentiles aceptaran al Dios de Israel, debido a su adoración a los ídolos y devoción a otros dioses. Pero esto impedía a los extranjeros (no israelitas) jugar roles importantes en el Antiguo Testamento. Gente como Rut, Jetro y Rahab tuvieron roles significativos en el Antiguo Testamento. Estos extranjeros demostraron que el plan de redención de Dios se extiende más allá de los límites de Israel en el Antiguo Testamento y cómo Dios usa individuos de diferentes naciones, para cumplir con sus propósitos. Esto lo confirma Efesios 2.
Efesios 2:19-20 "Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos del pueblo elegido y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular".
La iglesia no es un lugar físico donde los creyentes se reúnen en un edificio. Es más que eso. En parte es verdad que nos reunimos en un lugar llamado “la iglesia”. Tal vez has leído en las Escrituras que la iglesia se reunía en templos o sinagogas. Pero la iglesia es un grupo colectivo de cristianos que está bajo la autoridad de Cristo. Aunque hay mucha gente en el mundo que conforma la iglesia, somos uno, unificados por Cristo mismo, a través del Espíritu Santo. Como grupo somos llamados por Cristo a llevar a cabo Su voluntad y misión colectivamente aquí en la tierra.
Efesios 4:4 “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza”.
Mateo 16:18 “Yo te digo que tú eres Pedro. Sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas de los dominios de la muerte no prevalecerán contra ella”.
En este momento Jesús declara que establecerá esta comunidad de personas que no será derrotada por las obras del enemigo, ni por la carne. Esta comunidad se llamará iglesia. Somos Su pueblo porque Él es el único camino al Padre. Él es nuestro líder y nuestro Señor.
Efesios 1:22-23 “Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo”.
Esta comunidad consistirá en seguidores de Cristo, judíos y gentiles (abierto a todo grupo de personas). La muerte de Jesús en la cruz unifica a todas las personas y naciones, porque Él creó ese camino para recibir salvación. Aún cuando los extranjeros eran parte de los servicios de adoración antes de Cristo, no era común que los gentiles aceptaran al Dios de Israel, debido a su adoración a los ídolos y devoción a otros dioses. Pero esto impedía a los extranjeros (no israelitas) jugar roles importantes en el Antiguo Testamento. Gente como Rut, Jetro y Rahab tuvieron roles significativos en el Antiguo Testamento. Estos extranjeros demostraron que el plan de redención de Dios se extiende más allá de los límites de Israel en el Antiguo Testamento y cómo Dios usa individuos de diferentes naciones, para cumplir con sus propósitos. Esto lo confirma Efesios 2.
Efesios 2:19-20 "Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos del pueblo elegido y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular".
La iglesia no es un lugar físico donde los creyentes se reúnen en un edificio. Es más que eso. En parte es verdad que nos reunimos en un lugar llamado “la iglesia”. Tal vez has leído en las Escrituras que la iglesia se reunía en templos o sinagogas. Pero la iglesia es un grupo colectivo de cristianos que está bajo la autoridad de Cristo. Aunque hay mucha gente en el mundo que conforma la iglesia, somos uno, unificados por Cristo mismo, a través del Espíritu Santo. Como grupo somos llamados por Cristo a llevar a cabo Su voluntad y misión colectivamente aquí en la tierra.
Efesios 4:4 “Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza”.
El Cuerpo del Creyente es “El Templo”
Tenemos un punto más para poder comprender la iglesia. Esto nos afecta como creyentes a nivel personal. Las Escrituras nos sensibilizan respecto a nuestro propio cuerpo como templo. Debido a que ahora tenemos al Espíritu Santo, como creyentes en Cristo estamos albergando al Espíritu Santo en nuestros cuerpos físicos.
1 Corintios 3:16 “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes”.
1 Corintios 3:9 “En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios”.
Ahora podemos tener comunión con Dios continuamente, porque hemos sido limpiados a través de la sangre de Jesús (gracias a Su sacrificio). El Espíritu Santo puede vivir dentro del creyente permanentemente porque ha sido purificado y hecho santo al aceptar a Cristo como Señor. Esto es lo que habilita al Espíritu Santo a vivir en el creyente. Tener al Espíritu Santo no significa que actuaremos a la perfección en todo lo que hacemos, sino que nos da la capacidad de vivir la voluntad y el propósito de Dios para nuestras vidas.
1 Corintios 3:16 “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes”.
1 Corintios 3:9 “En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios”.
Ahora podemos tener comunión con Dios continuamente, porque hemos sido limpiados a través de la sangre de Jesús (gracias a Su sacrificio). El Espíritu Santo puede vivir dentro del creyente permanentemente porque ha sido purificado y hecho santo al aceptar a Cristo como Señor. Esto es lo que habilita al Espíritu Santo a vivir en el creyente. Tener al Espíritu Santo no significa que actuaremos a la perfección en todo lo que hacemos, sino que nos da la capacidad de vivir la voluntad y el propósito de Dios para nuestras vidas.
La Iglesia
Como hemos visto, la iglesia es un grupo vivo y activo de seguidores de Cristo, que se reúnen para adorar y honrar a Dios, llevando a cabo su voluntad en la tierra. Estamos unidos bajo el nombre de Cristo, pero como individuos, cada uno hace su parte para glorificar a Dios. Durante los próximos días, descubriremos la importancia y los detalles de las reuniones de adoración, los dones espirituales, la rendición de cuentas y nuestros roles dentro de la iglesia.