Ya estamos en el Día 19 y sólo nos quedan 6 días. ¡Estoy muy orgulloso de usted! Hoy quiero enfatizar la importancia del Reino de Dios y de cómo su llamado juega un rol importante en el plan del Señor. El Reino de Dios es algo que constantemente leemos en la Biblia y oímos a los predicadores mencionar, pero cuando somos jóvenes en la fe, no sabemos lo que significa, ni por qué es tan importante que lo comprendamos. Podemos encontrar versículos como:

Mateo 6:33 "Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas".

Mateo 6:9-10 »Ustedes deben orar así: »“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Lucas 4:43 "Pero él les dijo: «Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas noticias del reino de Dios, porque para esto fui enviado”.

Una de las mejores descripciones del “Reino de Dios” la he encontrado en un recurso llamado “Estudio de Teología de Lexham” que dice: “En los niveles más básicos, podemos decir que el Reino de Dios está presente donde quiera que el Rey esté. Jesús está presente, por su Espíritu, en la iglesia y en el mundo”. Por lo tanto, técnicamente los cristianos y el Espíritu mismo representan el Reino de Dios dondequiera que van. En otras palabras, ya que nuestra fe está en Jesús y somos sellados con el Espíritu Santo, somos embajadores del reino de Dios.

¿Qué es un embajador de Cristo? Un embajador es un diplomático de alto rango que representa a un estado o gobierno. Ellos usualmente están asignados a otro estado soberano u organización internacional. En términos simples, tal como un embajador representa a su respectivo país o gobierno, los cristianos representamos a Cristo aquí en la tierra. Las Escrituras hablan acerca de ser embajadores para Cristo en 2 Corintios 5:20.

2 Corintios 5:20 Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios».

Lo que este versículo quiere decir es que Dios desea que los seres humanos sean Sus representantes aquí en la tierra, para proclamar al mundo las buenas noticias de Jesucristo. Esta verdad, es muy poderosa para las vidas espirituales de los cristianos. Les informa y les da propósito porque todo lo que hacen, ahora no lo hacen para sí mismos, sino para Cristo.

1 Pedro 2:9-10 "Pero ustedes son descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido".

Somos parte de la familia de Dios y por su gran misericordia, amor y perdón, debemos tener la honra y la confianza de representarle aquí en la tierra, llevando el mensaje de Cristo al mundo.

Romanos 1:16 "A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los que no son judíos".

El avance del Reino de Dios nos llama a alinear nuestras vidas con los propósitos de Dios, cumpliendo con Su voluntad en la tierra, hasta que Él regrese. Él no necesita nuestra ayuda, pero nos ha escogido para ayudar a cumplir Su voluntad. Recuerde, no necesitamos salvar a nadie; ese es trabajo del Espíritu que obra en y a través de nosotros para convencer al mundo que le necesita (Juan 16:8 y 1 Tesalonicenses 1:5). Somos vasijas que Dios usa para llevar su mensaje y somos instrumentos para animar y asistir a las personas en su proceso espiritual.

Como cristianos tenemos la llave que abre la puerta de la vida y del propósito para cada alma aquí en la tierra. Debemos estar dispuestos a compartir la llave con todos los que la quieran (esta llave es la salvación en Cristo Jesús). Jesús nos ha dado victoria y autoridad sobre las cosas de este mundo.

Mateo 16:19 "Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.

Como cristianos se nos ha dado autoridad por medio de Cristo, para hacer la voluntad de Dios en la tierra. Esto es porque Mateo 28:18-19 dice, “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones”. Jesús nos está diciendo que nos está dando su autoridad en este momento. Al darnos esta instrucción en Mateo 28, ¿podemos estar seguros de que nos dará la victoria para cumplir esa labor? ¡Tenemos victoria en Cristo! A continuación incluimos algunos versículos que hablan de la victoria del creyente.

Juan 16:33 “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo".

1 Juan 5:4 "porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe”.

Romanos 8:31-32 “¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?”

Proverbios 21:31 "Se alista al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del Señor”.

1 Corintios 15:57 "¡Pero gracias a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!"

Como creyentes, somos llamados a participar en el avance del reino. Muchas veces el cuerpo de Cristo (la iglesia) deja la responsabilidad del desarrollo de sus discípulos y la obra del ministerio a los líderes de la iglesia. Al mismo tiempo, los líderes de la iglesia sólo han aceptado ese rol por diversas razones. Si miramos de cerca las Escrituras, vemos un grave error que se ha cometido en la iglesia recientemente.

Efesios 4:11-12 "Él mismo constituyó a unos como apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo”.

Amigos, tenemos que cambiar la forma en que vemos nuestro rol como iglesia. El verdadero rol de los líderes de la iglesia es equipar o entrenar a la iglesia para la obra del ministerio (hacer discípulos). Cuando sucede el alineamiento correcto, la iglesia (usted) puede ir y hacer discípulos (junto con los líderes) y vemos que Hechos 2 se hace realidad (Hechos 2:42-47).

Este no es un deporte para espectadores, ¡se requiere que todos trabajemos juntos! La razón por la que muchos cristianos sienten que les falta algo en su vida espiritual, es porque no están comprometidos con el llamado de la misión que está a la mano. Tienen una relación con Dios y van a la iglesia, pero al final del día se sienten vacíos. La misión llena ese vacío en el corazón del hombre. El cristiano tiene al Espíritu Santo y Su presencia, y si no está comprometido en la misión, va a ir en contra de la dirección del Espíritu. El Espíritu siempre nos guía hacia la voluntad del Padre y la mayor parte de la voluntad de Dios es salvar a los perdidos; aquellos que están lejos de Él.

2 Pedro 3:9 “El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan”.

Esta es otra razón por la cual he creado esta herramienta (www.aftersalvation.com o After Salvation App). Quiero que se sienta confiado y equipado para ayudar a otros en este proceso. Usted no necesita un título de escuela bíblica para hacer discípulos; sólo necesita el deseo, la valentía y el compromiso para pararse en fe y hacerlo. Somos los únicos que podemos hacernos responsables por nuestra fe, por lo que depende de nosotros saber lo que creemos y la forma en que vivimos nuestra fe. Además, muchas veces me han dicho, "Roger, yo no tengo mucha influencia...¿a quién voy a discipular?” La verdad es que todos tenemos un círculo de influencia. Algunos más pequeños que otros. De todas formas, sea fiel a los que el Señor ha puesto frente a usted y contribuya en su crecimiento espiritual.