Hoy es el día 24 y vamos a hablar acerca de la madurez espiritual. Durante los días anteriores hablamos de algunos temas profundos que requieren tiempo para implementarlos completamente en su vida. ¿Qué es madurez espiritual para el creyente? En Colosenses 1:28 dice, “A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todas las personas, para presentarlas completamente maduras en su unión con Cristo”. Este versículo es el tema central de After Salvation, porque existimos para desarrollar y equipar a cada creyente, para alcanzar su máximo potencial en Cristo. Hebreos 5:12-14 nos muestra la importancia de la madurez espiritual, comparando la leche con los alimentos sólidos y haciendo notar la importancia de nuestro objetivo.
A continuación definiremos y explicaremos cómo un cristiano alcanza la madurez.
A continuación definiremos y explicaremos cómo un cristiano alcanza la madurez.
Cómo Definimos la Madurez Cristiana
Espiritual
Alguien que es espiritualmente maduro, no es alguien que desea ser perfecto en la práctica de su entendimiento, ejecución o enfoque de la vida; eso produce una persona religiosa. A continuación encontrará algunas frases de otros creyentes, respecto a la madurez espiritual. Luego le compartiré la mía.
● “La madurez espiritual no se alcanza por el paso de los años, sino por la obediencia a la voluntad de Dios”. — Oswald Chambers
● “La madurez no viene con la edad, sino con la aceptación de la responsabilidad. Eres joven sólo una vez, pero puedes ser maduro indefinidamente”. — John C. Maxwell
● “La señal de la madurez espiritual es la capacidad de ver a Dios en cada circunstancia”.— Oswald Chambers
● “El camino a la madurez espiritual es un viaje de fe que requiere tiempo, paciencia y disposición a aprender y a crecer de nuestras experiencias”. — Autor Desconocido
● “La madurez en Cristo no se mide por cuánto sabes de la Biblia, sino por cuánto de la Biblia se manifiesta en tu vida." — Autor Desconocido
● “La madurez espiritual no se trata de convertirse en un religioso; se trata de ser más como Jesús”. — Rick Warren
● “La madurez espiritual no es un destino; es un largo viaje para llegar a ser más como Cristo en nuestros pensamientos, palabras y acciones”. — Autor Desconocido
● “La madurez espiritual no se alcanza por el paso de los años, sino por la obediencia a la voluntad de Dios”. — Oswald Chambers
● “La madurez no viene con la edad, sino con la aceptación de la responsabilidad. Eres joven sólo una vez, pero puedes ser maduro indefinidamente”. — John C. Maxwell
● “La señal de la madurez espiritual es la capacidad de ver a Dios en cada circunstancia”.— Oswald Chambers
● “El camino a la madurez espiritual es un viaje de fe que requiere tiempo, paciencia y disposición a aprender y a crecer de nuestras experiencias”. — Autor Desconocido
● “La madurez en Cristo no se mide por cuánto sabes de la Biblia, sino por cuánto de la Biblia se manifiesta en tu vida." — Autor Desconocido
● “La madurez espiritual no se trata de convertirse en un religioso; se trata de ser más como Jesús”. — Rick Warren
● “La madurez espiritual no es un destino; es un largo viaje para llegar a ser más como Cristo en nuestros pensamientos, palabras y acciones”. — Autor Desconocido
Mi Definición de Madurez Espiritual:
Figura: 11
También me gustaría destacar 4 áreas adicionales de enfoque, que son importantes para nuestra madurez.
1. Consistencia – Los cristianos espiritualmente maduros no son perfectos, pero sí son consistentes en todo lo que hacen. Ellos entienden que la consistencia dentro de su conexión con Dios, Su Iglesia y Su misión hace la diferencia en su crecimiento espiritual. Esta es una de las disciplinas espirituales más difíciles de desarrollar en nuestras vidas, pero es clave para ser un creyente maduro.
2. Conciencia – A medida que maduramos (naturalmente hablando), tenemos mayor conciencia del mundo que nos rodea y debemos ser capaces de comprender cómo funciona el contexto de la cultura en que estamos. Debería ser igual en la vida espiritual; debemos estar conscientes de nuestra necesidad de Dios, del poder de Su Espíritu Santo y de la batalla espiritual y carnal que sucede dentro y alrededor nuestro. La conciencia es lo que separa a los niños de los adultos, tanto en el plano natural como en el espiritual. Tomamos consciencia al procesar conocimiento, eventos en la vida y practicando la obediencia.
3. Resistencia Constante – En la mente de las personas espiritualmente maduras, hay un compromiso a morir diariamente. Ellos resisten al diablo y a sus tentaciones cada día, con un compromiso inquebrantable mental y físico. Esto tiene relación con ponerse toda la armadura de Dios a diario. Ellos comprenden la seriedad del pecado y de la destrucción que él causa. Nosotros tenemos el poder del Espíritu, el cual manifiesta el fruto del Espíritu en nuestras vidas y el último fruto de la lista es el dominio propio. El pecado retrasa el progreso de la madurez y a veces puede paralizar la vida espiritual del creyente, si él permite que el pecado lo domine.
4. La Voluntad de Dios – Como mencionamos ayer, conocer a Dios es conocer su voluntad. El creyente maduro tiene una mentalidad de Reino, que entiende la importancia de tener una idea fija en Cristo. Esto no significa que no podemos divertirnos, ya que no todo tiene que estar relacionado con el ministerio; significa que Dios es el centro del mundo y todo lo que el cristiano maduro tiene y hace es para Su gloria; comprende que lo más importante es ser obediente a la dirección de Dios y de Su propósito para su vida.
3. Resistencia Constante – En la mente de las personas espiritualmente maduras, hay un compromiso a morir diariamente. Ellos resisten al diablo y a sus tentaciones cada día, con un compromiso inquebrantable mental y físico. Esto tiene relación con ponerse toda la armadura de Dios a diario. Ellos comprenden la seriedad del pecado y de la destrucción que él causa. Nosotros tenemos el poder del Espíritu, el cual manifiesta el fruto del Espíritu en nuestras vidas y el último fruto de la lista es el dominio propio. El pecado retrasa el progreso de la madurez y a veces puede paralizar la vida espiritual del creyente, si él permite que el pecado lo domine.
4. La Voluntad de Dios – Como mencionamos ayer, conocer a Dios es conocer su voluntad. El creyente maduro tiene una mentalidad de Reino, que entiende la importancia de tener una idea fija en Cristo. Esto no significa que no podemos divertirnos, ya que no todo tiene que estar relacionado con el ministerio; significa que Dios es el centro del mundo y todo lo que el cristiano maduro tiene y hace es para Su gloria; comprende que lo más importante es ser obediente a la dirección de Dios y de Su propósito para su vida.
Las Escrituras y la Madurez Espiritual
A continuación encontrará algunos versículos bíblicos que le ayudarán a comprender la madurez espiritual.
Efesios 4:13
"De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo".
Hebreos 6:1
“Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios”.
Santiago 1:2-4
“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce perseverancia. Y la perseverancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros sin que les falte nada”.
1 Corintios 13:11
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño”.
1 Pedro 2:2
“Deseen con ansias la leche espiritual pura, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación”.
2 Pedro 3:18
“Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén”.
Filipenses 3:12-14
“No es que ya lo haya conseguido todo o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”.
Gálatas 5:22-23
“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”.
Efesios 4:13
"De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo".
Hebreos 6:1
“Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios”.
Santiago 1:2-4
“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce perseverancia. Y la perseverancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros sin que les falte nada”.
1 Corintios 13:11
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño”.
1 Pedro 2:2
“Deseen con ansias la leche espiritual pura, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación”.
2 Pedro 3:18
“Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén”.
Filipenses 3:12-14
“No es que ya lo haya conseguido todo o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”.
Gálatas 5:22-23
“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”.