DIA 13: DONES ESPIRITUALES
¡Bienvenido al Día 13!. Hoy vamos a hablar de los dones espirituales. Éstos se mencionan en el Antiguo y Nuevo Testamento, indicando que no son sólo un “fenómeno” del Nuevo Testamento. Un don espiritual es un “regalo o legado característico de la presencia o habilidad del Espíritu Santo”. Esto significa que Dios sobrenaturalmente da dones a los seres humanos, para Su gloria, a través del poder del Espíritu Santo. La diferencia de los dones en el Antiguo y Nuevo Testamento, es que el Espíritu Santo ahora vive en e creyente, por lo que Jesús ha hecho. Esto quiere decir que el Espíritu no viene y se va. A continuación verá versículos que muestran el poder del Espíritu que habilita a Su pueblo, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Números 11:25 “El Señor descendió en la nube y habló con Moisés, y compartió con los setenta jefes ancianos el Espíritu que estaba sobre él. Cuando el Espíritu descansó sobre ellos, se pusieron a profetizar. Pero esto no volvió a repetirse”.
1 Corintios 12:4-6 “Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos”.
Números 11:25 “El Señor descendió en la nube y habló con Moisés, y compartió con los setenta jefes ancianos el Espíritu que estaba sobre él. Cuando el Espíritu descansó sobre ellos, se pusieron a profetizar. Pero esto no volvió a repetirse”.
1 Corintios 12:4-6 “Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos”.
¿Por Qué Existen los Dones del Espíritu?
Los dones del Espíritu son dados al pueblo de Dios por dos razones:
1) Para demostrar la veracidad de Dios.
Vemos que la veracidad de Dios puede venir de muchas maneras. Esto se demuestra en Hechos 2:14-18 cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los creyentes en Pentecostés. En ese momento, Pedro confrontó a un grupo pequeño de personas que estaban diciendo que los apóstoles estaban “borrachos” porque estaban hablando en las lenguas de los demás. Pedro usa las palabras proféticas de Joel 2:28-32 para combatir a estos individuos. Esas palabras proféticas son confirmadas por Pedro en Hechos 2; vemos que usa la referencia para dar fe de lo que Dios habló mucho tiempo atrás a través de un profeta.
2) Para ayudar y capacitar al creyente para cumplir con la voluntad de Dios en la tierra.
1 Corintios 12:7 A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.
El ministerio (obra de restauración) de Dios comenzó justo después que el pecado entró en el mundo. El rol del Espíritu no está limitado a la creación del mundo y a ayudar al creyente, sino que el Espíritu es el medio por el cual se cumple la voluntad de Dios. La venida de Jesús abrió una oportunidad única para el pueblo de Dios, de tener el Espíritu viviendo en él. Parte de esa singularidad es que los dones del Espíritu ayudan al creyente en su vida diaria, para poder cumplir con la voluntad de Dios.
1) Para demostrar la veracidad de Dios.
Vemos que la veracidad de Dios puede venir de muchas maneras. Esto se demuestra en Hechos 2:14-18 cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los creyentes en Pentecostés. En ese momento, Pedro confrontó a un grupo pequeño de personas que estaban diciendo que los apóstoles estaban “borrachos” porque estaban hablando en las lenguas de los demás. Pedro usa las palabras proféticas de Joel 2:28-32 para combatir a estos individuos. Esas palabras proféticas son confirmadas por Pedro en Hechos 2; vemos que usa la referencia para dar fe de lo que Dios habló mucho tiempo atrás a través de un profeta.
2) Para ayudar y capacitar al creyente para cumplir con la voluntad de Dios en la tierra.
1 Corintios 12:7 A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.
El ministerio (obra de restauración) de Dios comenzó justo después que el pecado entró en el mundo. El rol del Espíritu no está limitado a la creación del mundo y a ayudar al creyente, sino que el Espíritu es el medio por el cual se cumple la voluntad de Dios. La venida de Jesús abrió una oportunidad única para el pueblo de Dios, de tener el Espíritu viviendo en él. Parte de esa singularidad es que los dones del Espíritu ayudan al creyente en su vida diaria, para poder cumplir con la voluntad de Dios.
¿Cómo Puedo Recibir Dones Espirituales?
Cuando recibes a Cristo como Señor y Salvador, también recibes al Espíritu Santo. El Espíritu te da dones según las Escrituras. Esto lo podemos ver en 1 Corintios. En el Antiguo y Nuevo Testamento vemos que cuando el poder de Dios venía sobre el creyente, recibían poder del Espíritu. La única diferencia, es que ahora el Espíritu Santo puede vivir en el creyente, porque ya no viene y se va como en el Antiguo Testamento. Sabemos que el Espíritu distribuye los dones, según 1 Corintios 12.
1 Corintios 12:11 “Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina”.
1 Corintios 12:11 “Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina”.
Test de Dones Espirituales
Escribo esta sección como una motivación y para enfatizar que, mientras se esfuerza por comprender su(s) don(es) espiritual(es), usted debe buscar primero a Dios en oración y auto examinarse antes de tomar cualquier test de dones espirituales. Aunque creo que los tests pueden ser útiles, frecuentemente tienen limitaciones. Muchos de estos tests se enfocan más en su personalidad, lo cual puede ser problemático porque puede limitar lo que Dios está tratando de hacer con su vida y cómo desea usarle en el cuerpo de Cristo. Usted puede sentir que “no califica para un don específico”, lo cual puede frenar la obra de Dios en su vida. También creo que los autores de dichos tests tienen buenas intenciones, pero los tests mismos no son suficientes para determinar lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas.
Considere la vida de Gedeón (Jueces 6-8). Dios lo capacitó y le dio el poder para ser un guerrero en Su nombre. Su personalidad parecía ser frágil y débil, no apto para liderar un ejército del Señor. Pero aún así, a través de señales milagrosas, Dios lo empoderó aumentando su fe, para llevar a cabo su llamado. Esto es sólo uno de muchos ejemplos en las Escrituras, donde Dios añade el “sobre” a lo “natural”, para Su gloria. Los dones espirituales son dados por Dios y si lo buscamos a Él primero, Él nos guiará correctamente.
Considere la vida de Gedeón (Jueces 6-8). Dios lo capacitó y le dio el poder para ser un guerrero en Su nombre. Su personalidad parecía ser frágil y débil, no apto para liderar un ejército del Señor. Pero aún así, a través de señales milagrosas, Dios lo empoderó aumentando su fe, para llevar a cabo su llamado. Esto es sólo uno de muchos ejemplos en las Escrituras, donde Dios añade el “sobre” a lo “natural”, para Su gloria. Los dones espirituales son dados por Dios y si lo buscamos a Él primero, Él nos guiará correctamente.
Orgullo y Dones Espirituales
Es importante no enorgullecerse con respecto a los dones que Dios nos ha dado. Recuerde que los dones y asignaciones que hemos recibido, son para la gloria de Dios, no son suyos. Permanezca humilde. No importa cuántas personas Dios permita que alcance en Su nombre; ¡todo es para Su gloria!
¿Cuáles son los Dones Espirituales?
Hay muchos tipos de dones espirituales que Dios nos da. A continuación encontrará probablemente la lista más completa de “dones espirituales” que he encontrado, pero primero debo decirle que probablemente existan más. La razón por la que digo esto, es porque si vemos lo que la Biblia describe como “dones espirituales”, es decir, capacidades sobrenaturales que el Espíritu da a una persona para la gloria de Dios, puede haber una variedad de formas en las que Dios desea moverse, que no está descrita en esta lista.
Lista de Ministerios/Dones Espirituales:
Lista de Ministerios/Dones Espirituales:
Referencia: The Making Of A Leader - Frank Damazio (pgs. 47-52)
Figura 9
Referencia: The Making Of A Leader - Frank Damazio (pgs. 47-52)
Figura 9