DIA 23: VOLUNTAD DE DIOS
Hoy es el Día 23 y vamos a hablar acerca de la voluntad de Dios, que es un tema complejo. Hay muchos niveles en que se revela la voluntad de Dios. Por lo tanto, como nuevo creyente, quiero que hoy se enfoque en un solo aspecto de la voluntad de Dios: Nuestra relación con Dios nos ayuda a comprender su voluntad para nuestras vidas. Esto no es un intento de responder a todos los aspectos de la voluntad de Dios.
Una de las preguntas más frecuentes que recibo es “¿Cómo puedo conocer la volunta de Dios para mi vida?” o ¿Cuál es mi propósito en la vida? Creo que ambas preguntas apuntan a lo mismo. Muy simple; Dios nos creó para tener una relación con Él. Debemos tener en cuenta que la caída del hombre ha complicado las cosas y todos hemos sido llamados a ser parte de la misión de rescate. Quiero reiterar que este tema es muy difícil de tratar en un par de párrafos. Es importante establecer algunos marcos detrás de este concepto.
Una de las preguntas más frecuentes que recibo es “¿Cómo puedo conocer la volunta de Dios para mi vida?” o ¿Cuál es mi propósito en la vida? Creo que ambas preguntas apuntan a lo mismo. Muy simple; Dios nos creó para tener una relación con Él. Debemos tener en cuenta que la caída del hombre ha complicado las cosas y todos hemos sido llamados a ser parte de la misión de rescate. Quiero reiterar que este tema es muy difícil de tratar en un par de párrafos. Es importante establecer algunos marcos detrás de este concepto.
Seguir a Dios comenzará con una Fe y un
Compromiso Genuinos
Como leímos en el Día 3, nuestra fe es importante en la vida diaria. La fe no sólo agrada a Dios (Hebreos 11:6), sino que la fe genuina genera un compromiso natural con Dios, no forzado. Por eso versículos como Proverbios 3, son muy útiles.
Proverbios 3:5-6 “Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas”.
En el verso 5, la palabra “confía” significa creer, o tener fe en Dios. Luego, la frase “de todo corazón” expresa la idea de un compromiso total con su fe o creencia. Y luego dice, “no te apoyes en tu propia inteligencia”. Esto ayuda al creyente a identificar que cuando tenemos una fe genuina, movemos nuestra prioridad de confiar sólo en nosotros mismos, a confiar totalmente en Dios. En el verso 6 dice, “Reconócelo en todos tus caminos”. Esto nos impulsa a comprometernos y a rendir nuestros pensamientos, ideas, deseos, etc. a Dios. Si hacemos esto, hay una promesa al final del versículo: “él enderezará tus sendas”. Eso significa que Dios tiene todo el control de cada parte de nuestras vidas. Por lo tanto, estamos dispuestos a escuchar y a ser obedientes a lo que Él nos dice. Si se cumplen todas estas condiciones, Dios nos muestra Su voluntad y su propósito para nuestras vidas.
Como puedes ver, este versículo nos ayuda a los cristianos a identificar la conexión que hay entre nuestra fe y compromiso, y la voluntad de Dios. Esta es la razón por la cual el compromiso es tan importante en la vida de un creyente. Mi oración es que usted vea que su fe es más que una oración a Jesús. Mi oración es que puedas ver que tu fe es más que una oración a Jesús; es un compromiso. Es vital que comprendamos cuál es nuestro rol en nuestra fe y que nuestro nivel de compromiso, es lo que permite que nuestra fe alcance madurez. Ahora, existen otras variables en el crecimiento y madurez de nuestra vida espiritual, pero sin compromiso, jamás podremos verlo.
Proverbios 3:5-6 “Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas”.
En el verso 5, la palabra “confía” significa creer, o tener fe en Dios. Luego, la frase “de todo corazón” expresa la idea de un compromiso total con su fe o creencia. Y luego dice, “no te apoyes en tu propia inteligencia”. Esto ayuda al creyente a identificar que cuando tenemos una fe genuina, movemos nuestra prioridad de confiar sólo en nosotros mismos, a confiar totalmente en Dios. En el verso 6 dice, “Reconócelo en todos tus caminos”. Esto nos impulsa a comprometernos y a rendir nuestros pensamientos, ideas, deseos, etc. a Dios. Si hacemos esto, hay una promesa al final del versículo: “él enderezará tus sendas”. Eso significa que Dios tiene todo el control de cada parte de nuestras vidas. Por lo tanto, estamos dispuestos a escuchar y a ser obedientes a lo que Él nos dice. Si se cumplen todas estas condiciones, Dios nos muestra Su voluntad y su propósito para nuestras vidas.
Como puedes ver, este versículo nos ayuda a los cristianos a identificar la conexión que hay entre nuestra fe y compromiso, y la voluntad de Dios. Esta es la razón por la cual el compromiso es tan importante en la vida de un creyente. Mi oración es que usted vea que su fe es más que una oración a Jesús. Mi oración es que puedas ver que tu fe es más que una oración a Jesús; es un compromiso. Es vital que comprendamos cuál es nuestro rol en nuestra fe y que nuestro nivel de compromiso, es lo que permite que nuestra fe alcance madurez. Ahora, existen otras variables en el crecimiento y madurez de nuestra vida espiritual, pero sin compromiso, jamás podremos verlo.
La Voluntad de Dios, No la Mía
A continuación, quiero compartir un versículo bíblico que transformó completamente mi pensar respecto al compromiso. Cuando estaba en la enseñanza secundaria, leí este versículo y me impactó (de una buena manera). En Mateo 7:21-23 dice,
»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?”. Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”.
Desglosemos estos versículos antes de llegar a lo esencial del asunto. Lo que le llama la atención a la mayoría de las personas es la frase “No todo el que me dice: Señor, Señor”. Esto significa que no todo el que cree en Dios será salvo y entrará en el reino de los cielos. Tal vez se pregunta ¿Cómo es eso? Observemos un versículo que hemos estado leyendo durante los últimos 22 días. Santiago 2:19 dice, "Y¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan". Sólo porque alguien cree que Dios existe, no significa que “realmente” conoce a Dios. Mateo 7:21
revela la idea errónea de que sólo creer en Dios es todo. Cuando usted acepta a Jesús, primero cree en su corazón, luego confiesa con su boca que Jesús es el Hijo de Dios, que resucitó al tercer día y venció a la muerte. Finalmente, para aceptar a Jesús, le reconoce como el Rey de su vida, sus deseos, su voluntad, sus emociones, sus acciones y sus pensamientos. Usted rinde toda su vida a Dios. Creer en Dios es sólo uno de los aspectos de la fe verdadera. Usted está entregando su vida a Dios, porque sabe que Él puede hacer con ella mucho más de lo que usted puede hacer con sus propias fuerzas.
En la segunda parte del versículo 21, debemos poner atención a la parte que dice, "la voluntad de mi Padre". Sólo Dios sabe cuál es su voluntad, es decir, lo que Él desea hacer para Su gloria. Ningún ser humano puede saber cómo lo hará, de manera que para cumplir la voluntad del Padre se requiere que lo conozcamos íntimamente. Por eso existe el pilar “Relación” que usted ve cada día en el diagrama; porque es muy importante. Esa es la razón por la que hemos pasado mucho tiempo aprendiendo juntos acerca de nuestra relación con Dios. La voluntad de Dios para su vida no es igual que para su amigo, familiares o para su pastor; no podemos heredar la voluntad de Dios de otras personas, ni tomar prestadas sus experiencias para comprender Su voluntad. La voluntad del Padre se desarrolla a través de una relación que requiere pasar tiempo con Él. No hay patrones, ni atajos; Su voluntad se desarrolla únicamente a través de una vida en relación con Él. A medida que crece, mantenga una relación cercana con Él y sea obediente a lo que Él le llama a hacer y le aseguro que no pasará por alto Su voluntad en su vida.
En el verso 22, las “obras” maravillosas que se realizan, tales como echar fuera demonios, milagros y profecías, a primera vista, parecen ser hechas por líderes espirituales que lo hacen en el nombre de Jesús. Sin embargo, en el verso 23 Jesús aclara, “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”. Usted debe estarse preguntando cómo es posible que ellos hagan esas obras, si Jesús ni siquiera los conoce. Recuerde que hablamos de la fe y las obras en el Día 3. La idea de “hacer las obras del ministerio” o de ser una buena persona no nos salva; lo que nos salva es lo que Cristo ha hecho por nosotros. La interpretación de este pasaje nos muestra que al parecer, existe un motivo subyacente detrás de los individuos que hacían estas obras. Ellos las hacían en el nombre de Jesús para tener influencia, elevar su importancia y construir su propio ministerio en la tierra. La razón por la que podían hacer esas señales y maravillas, es porque la Palabra de Dios nunca vuelve vacía (Isaías 55:11). Detrás de la escena, Dios conocía sus corazones y ellos estaban lejos de Él; sólo parecían ser líderes espirituales en el exterior, pero eran malos en sus intenciones y deseos de sólo glorificarse ellos mismos. Dios está más preocupado de lo que sucede en nuestro interior. Nuestra motivación es más importante.(Mateo 15:8)
»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?”. Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”.
Desglosemos estos versículos antes de llegar a lo esencial del asunto. Lo que le llama la atención a la mayoría de las personas es la frase “No todo el que me dice: Señor, Señor”. Esto significa que no todo el que cree en Dios será salvo y entrará en el reino de los cielos. Tal vez se pregunta ¿Cómo es eso? Observemos un versículo que hemos estado leyendo durante los últimos 22 días. Santiago 2:19 dice, "Y¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan". Sólo porque alguien cree que Dios existe, no significa que “realmente” conoce a Dios. Mateo 7:21
revela la idea errónea de que sólo creer en Dios es todo. Cuando usted acepta a Jesús, primero cree en su corazón, luego confiesa con su boca que Jesús es el Hijo de Dios, que resucitó al tercer día y venció a la muerte. Finalmente, para aceptar a Jesús, le reconoce como el Rey de su vida, sus deseos, su voluntad, sus emociones, sus acciones y sus pensamientos. Usted rinde toda su vida a Dios. Creer en Dios es sólo uno de los aspectos de la fe verdadera. Usted está entregando su vida a Dios, porque sabe que Él puede hacer con ella mucho más de lo que usted puede hacer con sus propias fuerzas.
En la segunda parte del versículo 21, debemos poner atención a la parte que dice, "la voluntad de mi Padre". Sólo Dios sabe cuál es su voluntad, es decir, lo que Él desea hacer para Su gloria. Ningún ser humano puede saber cómo lo hará, de manera que para cumplir la voluntad del Padre se requiere que lo conozcamos íntimamente. Por eso existe el pilar “Relación” que usted ve cada día en el diagrama; porque es muy importante. Esa es la razón por la que hemos pasado mucho tiempo aprendiendo juntos acerca de nuestra relación con Dios. La voluntad de Dios para su vida no es igual que para su amigo, familiares o para su pastor; no podemos heredar la voluntad de Dios de otras personas, ni tomar prestadas sus experiencias para comprender Su voluntad. La voluntad del Padre se desarrolla a través de una relación que requiere pasar tiempo con Él. No hay patrones, ni atajos; Su voluntad se desarrolla únicamente a través de una vida en relación con Él. A medida que crece, mantenga una relación cercana con Él y sea obediente a lo que Él le llama a hacer y le aseguro que no pasará por alto Su voluntad en su vida.
En el verso 22, las “obras” maravillosas que se realizan, tales como echar fuera demonios, milagros y profecías, a primera vista, parecen ser hechas por líderes espirituales que lo hacen en el nombre de Jesús. Sin embargo, en el verso 23 Jesús aclara, “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”. Usted debe estarse preguntando cómo es posible que ellos hagan esas obras, si Jesús ni siquiera los conoce. Recuerde que hablamos de la fe y las obras en el Día 3. La idea de “hacer las obras del ministerio” o de ser una buena persona no nos salva; lo que nos salva es lo que Cristo ha hecho por nosotros. La interpretación de este pasaje nos muestra que al parecer, existe un motivo subyacente detrás de los individuos que hacían estas obras. Ellos las hacían en el nombre de Jesús para tener influencia, elevar su importancia y construir su propio ministerio en la tierra. La razón por la que podían hacer esas señales y maravillas, es porque la Palabra de Dios nunca vuelve vacía (Isaías 55:11). Detrás de la escena, Dios conocía sus corazones y ellos estaban lejos de Él; sólo parecían ser líderes espirituales en el exterior, pero eran malos en sus intenciones y deseos de sólo glorificarse ellos mismos. Dios está más preocupado de lo que sucede en nuestro interior. Nuestra motivación es más importante.(Mateo 15:8)
La Voluntad De Dios No Es Un Destino
Por último, creo que algunos piensan en la voluntad de Dios como un destino o un título; que cuando se casan con una persona, o consiguen un cargo en específico, finalmente alcanzaron la voluntad de Dios. Su profesión y su estado civil son sólo un aspecto de la voluntad de Dios durante el curso de su vida. La voluntad de Dios no es un destino; es más bien un viaje. Eugene Pedroson escribió un libro titulado "Larga Obediencia en la Misma Dirección". Sólo el título describe cómo debemos perseguir la voluntad de Dios en nuestras vidas. La voluntad de Dios es un viaje de obediencia consistente y fiel; es tener una relación con Dios durante toda su vida. Es fácil de comprender, pero difícil de llevar a cabo.
Por favor, no me malentienda. Habrá temporadas en la vida o momentos en que cometerá errores y pasará por alto la voluntad de Dios o se encontrará siendo infiel al Señor. No quiero que sienta que ya ha “ganado” el cielo; eso simplemente no es cierto. Jesús ya ha hecho la obra por usted. En Mateo 7, Jesús estaba desafiando a aquellos que tenían una falsa motivación y usaban el nombre de Dios para su propio beneficio. Hay muchos líderes religiosos que engañan a la gente porque realmente no conocen a Dios.
Para cerrar esta sección, necesitamos pensar así. Somos influenciados sólo por juntarnos con nuestros amigos o familiares. Comenzamos a gustar de lo que ellos gustan, hablar como ellos hablan y a hacer lo que ellos hacen. De la misma manera, la verdadera salvación nos acerca a Dios y dentro de ese compromiso personal, llegamos a conocerle. Mientras más le conocemos, más veremos un cambio en nuestros deseos, acciones y en nuestras vidas. Seremos más como Jesús (1 Juan 2:4-6) y nuestras vidas se alinearán con Su voluntad.
Por favor, no me malentienda. Habrá temporadas en la vida o momentos en que cometerá errores y pasará por alto la voluntad de Dios o se encontrará siendo infiel al Señor. No quiero que sienta que ya ha “ganado” el cielo; eso simplemente no es cierto. Jesús ya ha hecho la obra por usted. En Mateo 7, Jesús estaba desafiando a aquellos que tenían una falsa motivación y usaban el nombre de Dios para su propio beneficio. Hay muchos líderes religiosos que engañan a la gente porque realmente no conocen a Dios.
Para cerrar esta sección, necesitamos pensar así. Somos influenciados sólo por juntarnos con nuestros amigos o familiares. Comenzamos a gustar de lo que ellos gustan, hablar como ellos hablan y a hacer lo que ellos hacen. De la misma manera, la verdadera salvación nos acerca a Dios y dentro de ese compromiso personal, llegamos a conocerle. Mientras más le conocemos, más veremos un cambio en nuestros deseos, acciones y en nuestras vidas. Seremos más como Jesús (1 Juan 2:4-6) y nuestras vidas se alinearán con Su voluntad.